Carisma:
Los Hermanos aspiran a transformarse en Jesús dentro del Corazón Inmaculado de María, para prolongar en la tierra la vida de su Hermano Jesucristo, gran adorador del Padre y salvador de la Humanidad, quien pasaba noches en oración y sus días predicando la Buena Nueva.
Espiritualidad:
El misterio de la Encarnación en el cual el Verbo se hizo carne y hermano nuestro en el Seno virginal de María, es el eje central de su espiritualidad y de su carisma.
Por ser Hermanos de Jesús, aspiran a profundizar y vivir las inescrutables riquezas que el Padre concede a los hombres a través de su Hijo, hecho Hermano suyo en el seno de María e inmolado en la Cruz.
La fidelidad al Romano Pontífice, la ternura filial al Inmaculado Corazón de María, El fervor Eucarístico, El amor a la Sagrada Escritura y la Íntima consagración al Espíritu Santo son los rasgos predominantes de su espiritualidad.